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Nukkanya

escapada

Las pisadas siguieron sonando cada vez mas fuerte, hasta parecer una granizada sobre la alfombra de hojas secas que le rodeaba. El bosque entero parecía correr ahora a todo correr, cazando, persiguiendo, cercando algo... ¿o a alguien? Presa del pánico también él echo a correr, de un lado a otro sin saber a donde iba. Corrió hasta chocarse con cosas, se escurrió por debajo de cosas y esquivando cosas. Finalmente se refugió en el hueco profundo y oscuro de una vieja haya, que ofrecía cobijo, escondite... quizá seguridad pero ¿cómo saberlo? Entonces se dio cuenta de que había llegado aun más lejos a un lugar al que es mejor no asomarse.

2 comentarios

Marta -

Por cierto, pasate por mi blog, que hay una referencia a tí:p

Marta -

Buenos días Novalis!

Me has dejado intrigada, a que clase de lugar era mejor no asomarse? Tal vez aparecerá el conejo blanco con el reloj, corriendo, o escapándose.

Un beso!