Estigio
Mientras cantaba, el velo se fue levantando; mientras cantaba, aumentaron los signos de las vida; hasta que, cuando aquellos ojos se posaron en mi, lo hicieron con el esplendoroso brillo con que mi débil canción intentaba reencárnalos. Lo más maravilloso no era que vencía, sino que era capaz de completar la canción aún viendo que el invisible velo seguía alzándose. Aquella habilidad provenía sin duda del estado de concentración en que se encontraba. Solo gracias al poder de la canción, yo era capaz de asegurar el brillo del alba. Lo que no puedo asegurar es si ella se asemejaba más a una estatua o a una mujer; parecía moverse en la región de la Fantasía en la que todo es intensamente vivid, pero donde nada esta claramente definido. Al fin, mientras cantaba frente a su cascada de cabello, el brillo de su alma se desvaneció, como si se tratase de un moribundo ocaso. Pareció extinguirse una lámpara en su interior, y la casa de la vida resplandeció tan blanca como una mañana de invierno. Era una estatua una vez mas... pero visible, y aquello significaba que había ganado mucho terreno. Aunque la repugnancia ante la esperanza frustrada y el deseo eran grandes, aquello, incapaz de contenerme, me hizo saltar hacia ella y desconfiado de las leyes propias del lugar en que me citación encontraba, la rodeé con mis brazos y sentí si mis lágrimas corriesen merced al abrazo de una Muerte visible; en ese instante la aparté del pedestal para acercarla a mi corazón...
6 comentarios
novalis -
paula -
Mairim -
Te quedó muy lindo
Marta -
Ahora vuelvo...
novalis -
gracias paula ;)
paula -